'Con amigos como estos, no hacen falta enemigos': fuego amigo habría derribado el F-16 de Ucrania
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Fuego amigo. Fue el que tumbó el primer F-16 en poder de Ucrania apenas asomó la nariz. Y para ser más concreto, el fuego amigo de un sistema antimisiles estadounidense Patriot, esos que tanto también reclama Kiev que Occidente le entregue para su defensa. Al menos es la versión de la diputada ucraniana Mariana Bezúglaya. Patriots para defender a Ucrania: ¿un oxímoron? Bezúglaya redactó un mensaje demoledor en su canal de Telegram, y disparó contra el Mando Aéreo de las Fuerzas Armadas de Ucrania “Según mis informaciones, el F-16 del piloto ucraniano Olexi Moonfish Mes fue derribado por un sistema de misiles antiaéreos Patriot debido a la descoordinación entre unidades. Los informes dicen que ‘perdió el control’. El incidente se produjo durante uno de los ataques aéreos rusos más potentes, el 26 de agosto. La guerra es la guerra, estos episodios son posibles. Pero la cultura de la mentira en el Mando Aéreo de las Fuerzas Armadas de Ucrania, así como en otros cuarteles generales militares superiores, hace que el sistema de toma de decisiones militares no mejore sobre la base de análisis veraces y recogidos de forma coherente, sino que se deteriore e incluso se derrumbe, como está ocurriendo en la dirección de Pokrovsk. Y ninguno de los generales ha sido castigado. El general Oleshchuk sigue en su puesto". La propia diputada ucraniana en esta declaración aludía al posible error del piloto, que junto a otras versiones que indicaban fallos técnicos de la nave, ganaron terreno, previo a estas afirmaciones de Bezúglaya. El director del Instituto Español de Geopolítica, Juan Aguilar, no descarta ni un fallo mecánico ni fuego amigo. “Las dos cosas son posibles. Lo del fallo mecánico, porque los aviones F-16 que se han enviado a Ucrania son aviones de segunda mano que están en su última fase de vida. Todos tienen más de 7.000 horas de vuelo sobre las 8.000 que el F-16 tiene como período de operatividad. Son aviones que se van poniendo muy obsoletos, lo cual indica también un mayor nivel de posibles fallas críticas, por tanto, necesitan un mayor mantenimiento. ¿Quién está realizando el mantenimiento de esos aparatos? No lo sabemos, Entonces, la posibilidad de un fallo crítico, no es descartable”, apunta el experto. “El hecho de que hubiera un impacto de un misil Patriot por fuego amigo, también es posible. Entre otras cosas, porque indicaría, primero, que ni el piloto, ni los operadores de Patriot, tienen la suficiente experiencia como para poder distinguir un aparato amigo, de un enemigo. Es más: no tienen ni siquiera los dispositivos que permiten distinguir entre objetivos ‘amigos’ y ‘enemigos’, lo cual es una falla tremenda. Si esto es así, va a ser muy peligroso para los pilotos ucranianos manejar esos aparatos, de la forma en que quieren manejarlos”, explica Aguilar. En este sentido, hay que recordar que a mediados de agosto, los senadores estadounidenses Lindsey Graham, republicano por Carolina del Sur, y Richard Blumenthal, demócrata por Connecticut, lanzaron la idea de que Ucrania podría contratar a pilotos estadounidenses retirados para pilotar los cazas F-16 suministrados por Occidente. “Un piloto retirado estadounidense, o de cualquier otro sitio, que haya manejado F-16 durante años, le van a decir: ‘Te vas a ir a Ucrania a manejar un F-16 más viejo que un hilo negro, y mantenido por no se sabe quién, en unas bases que son objetivos de misiles rusos, que no vas a poder realizar ataques casi sobre la línea de fuego porque la defensa rusa te va a pillar, te vas a enfrentar con aviones rusos que tienen misiles de alcance mayor que el de tu propio perímetro defensivo. O sea, que estás condenado’”, concluye Aguilar.