De pedir cese de ministra por acusar a Israel de genocida, a pedir a Tel Aviv dejar de matar civiles

Los ataques aéreos contra el convoy humanitario de la ONG World Central Kitchen [WCK] no fueron solo un desafortunado error en la niebla de la guerra. Fue un ataque directo contra vehículos claramente señalizados, cuyos movimientos eran conocidos por las FDI. Así lo denunció el chef español José Andrés, fundador de dicha organización. Las vueltas de la vida Siete trabajadores de la ONG WCK han muerto en Gaza en un bombardeo aéreo llevado a cabo por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). El propio Andrés confirmó los decesos a través de la red social X, donde sentencia que "el Gobierno israelí debe poner fin a esta matanza indiscriminada” y le ha exigido que "deje de restringir la ayuda humanitaria", que no siga "utilizando los alimentos como arma" y que "deje de matar a civiles y cooperantes". Más allá de lo trágico de esta situación, lo paradójico es que el pasado mes de octubre de 2023, el mismo José Andrés pedía al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, el cese de la entonces ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, por acusar a Israel de "genocidas": "No representa a España", dijo José Andrés en aquel momento. Tras el incidente, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se escudó diciendo que el ataque "no fue intencionado", pero a su vez matizó que "estas cosas suceden en la guerra". El analista político Christian Nader apunta que "hay que entender una cosa: no solo [las fuerzas israelíes] matan a palestinos: matan a todos aquellos que buscan salvaguardar la integridad de los palestinos". "Incluso, de ser [WCK] una ONG que es cercana a varias administraciones estadounidenses, concretamente a la Administración Obama y la Administración Biden, es muy cercana al Partido Demócrata y a los partidos laboristas a nivel europeo", detalla el experto. "El mismo fundador de esta ONG [José Andrés], de hecho, es un personaje bastante nefasto que en meses previos había declarado que debían acabar con Hamas y que prácticamente celebraba las atrocidades sionistas. Tuvo que llegar este hecho de siete personas asesinadas vinculadas a esta organización para que pusieran el grito en el cielo, principalmente los conglomerados mediáticos europeos, porque los gobiernos europeos han mantenido un mutismo bastante emblemático con respecto a estas atrocidades. Porque incluso todos pensábamos que la línea roja que jamás cruzaría el ente sionista era asesinar a occidentales, y ya vemos que eso ni siquiera mueve a los gobiernos de Washington, Londres o París", observa Nader.