Firmeza y devoción de Putin, héroes y señales: el Día de la Victoria lo tuvo todo

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En su discurso del Día de la Victoria, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, advirtió que no permitirá amenazas de nadie, y veneró la valentía de los soldados que defienden al país en el conflicto en Ucrania, al expresarles: "Nos inclinamos ante su firmeza y abnegación, desinterés". Y como en 1941, en esta ocasión nevó en el desfile. Como manda la historia Putin brindó un discurso en la conmemoración del 79.º aniversario del Día de la Victoria en la Gran Guerra Patria, el triunfo sobre la Alemania nazi por parte del pueblo soviético. En su intervención, el jefe de Estado ruso lanzó un aviso: "No permitiremos que nadie nos amenace. Nuestras fuerzas estratégicas están siempre en alerta". Asimismo, enfatizó: "Rechazamos las pretensiones de exclusividad de cualquier Estado o alianza. Sabemos adónde conduce la exorbitancia de tales ambiciones", al denunciar que el revanchismo forma parte de la "política de las élites occidentales" que alimentan "nuevos conflictos regionales". Putin entiende claramente que Occidente "quisiera olvidar las lecciones de la Segunda Guerra Mundial", pero Moscú recuerda que "el destino de la humanidad se decidió en las grandiosas batallas de Moscú y Leningrado, Rzhev, Stalingrado, Kursk y Járkov, Minsk, Smolensk y Kiev, en duras y sangrientas batallas libradas desde Múrmansk hasta el Cáucaso y Crimea". En este sentido, durante el desfile de este año se dio una situación que no dejó a nadie indiferente: empezó a nevar, tal como ocurrió durante el desfile del 7 de noviembre de 1941, en plena lucha por la defensa de la capital ante la invasión de las tropas nazis de Hitler. Aquel desfile fue el primero durante la Gran Guerra Patria y tuvo una enorme importancia para elevar la moral de la población, al mostrar al mundo que Moscú no se rendía. Aquel desfile duró 25 minutos, tras el cual, muchos de sus participantes se dirigieron al frente desde la plaza. Para el doctor en Sociología, historiador y escritor Sergio Fernández Riquelme, "en la historia no hay casualidades: hay explicaciones, porque en este día [9 de mayo] se celebra un hecho trascendental para la historia de la humanidad, donde supuestos enemigos colaboraron juntos para vencer al mal de su época. ¿Quién puso los muertos? ¿Quién puso los soldados? ¿Quién ayudó decisivamente a acabar con el nacionalsocialismo y finalizar la Segunda Guerra Mundial? Un hecho histórico que demuestra que la historia es la maestra de la vida, una Magistra vitae de la que extraer lecciones del pasado para comprender el presente". El desfile de este año contó como de costumbre con la presencia de veteranos de la Gran Guerra Patria, pero también de soldados que participan en el actual conflicto en Ucrania. "Celebramos el Día de la Victoria en medio de la operación militar especial. Todos sus participantes —los que están en el frente, en la línea de contacto— son nuestros héroes. Nos inclinamos ante su firmeza y abnegación, desinterés. Toda Rusia está con ustedes", declaró Putin. Para el analista, estas palabras del mandatario ruso representan un respaldo a esa visión de la historia como un mecanismo de unión y no de división. "Se acuerda de tantos y tantos pueblos que ayudaron a Rusia, en este caso durante la Unión Soviética, a combatir un mal que, paradójicamente, surgió de países que ahora reclaman a Rusia y a otras naciones que son socias privilegiadas de esta nación, la más grande del mundo", apunta Fernández Riquelme.

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