La cordura de Moscú y los fiascos de Macron con Serbia, y de Borrell en Bruselas
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Tras conocerse posibles nuevas concesiones a Kiev por parte de Washington, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, advirtió que EEUU ya ha perdido el sentido común. Mientras, en su visita a Serbia, Macron exigió a Vucic apoyar el frente unido contra Rusia, en tanto Sullivan y Borrell hacen un fiasco en Pekín y Bruselas respectiva. ¿Más de lo mismo? María Zajárova declaró que la Casa Blanca planearía hacer nuevas concesiones a Volodímir Zelenski, lo que incluiría autorizar el uso de prácticamente cualquier tipo de armamento estadounidense para atacar territorio ruso en profundidad. "El rumbo escalador de EEUU es cada vez más desafiante. Da la impresión de que el 'establishment' norteamericano ha tirado por la borda los restos de sentido común y cree que todo le está permitido", remachó. "Estamos asistiendo a algo descarado, donde realmente desde Occidente se testean los límites de la paciencia rusa, y uno no sabe exactamente hasta dónde los piensan llevar, porque inclusive desde el punto de vista militar esto tiene básicamente muy poca efectividad", sostiene el analista internacional Marcelo Ramírez. Mientras, en una tribuna publicada en la víspera de su visita a Serbia, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, al referirse al país eslavo sobre su integración al bloque comunitario, lo endulzó manifestando que es una parte esencial de Europa por la historia de un "pueblo orgulloso que cuenta con una fuerte identidad". "Vengo de nuevo a Serbia con un mensaje sencillo: la Unión Europea y sus Estados miembros deben tener una Serbia fuerte y democrática bajo su protección, y Serbia necesita una Unión Europea fuerte y soberana para proteger y promover sus intereses". Entonces, lanzó el golpe: Serbia debe apoyar "el frente unido contra Rusia", porque es una cuestión pendiente, cuya resolución podría impactar en el futuro de los países europeos. Ya en la reunión entre los mandatarios de ambos países, Aleksandar Vucic, señaló que es consciente de que a Macron le gustaría que Serbia impusiera sanciones a Rusia por la invasión de Ucrania. "Pero no lo hicimos. No quiero poner excusas. ¿Hicimos algo contra Ucrania? No lo hicimos", dijo el presidente serbio, señalando que está orgulloso de su política. "El problema que hay ahí es que el pueblo serbio está totalmente identificado con el pueblo ruso, les consideran hermanos. Si los serbios tienen una verdadera amistad, es con los rusos. Es una amistad de sangre histórica, y creo que también tienen en su retina el trato que le dio precisamente la OTAN en su momento cuando 'se desapareció' Yugoslavia", observa el analista. En tanto, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, previo a la reunión de los ministros de Defensa del bloque en Bruselas, declaró que "es ridículo decir que permitir que se ataque territorio ruso significa estar involucrados en la lucha contra Moscú. No estamos involucrados [en la lucha] contra Moscú. Estamos apoyando a Ucrania". "La verdad que uno no para de asombrarse con esta gente, porque sinceramente no hay explicación de cómo suministrar armas, entrenamiento, información estratégica, determinar blancos, ¿eso no significa colaborar con el ataque, más bien casi un gesto amistoso? Es un poco difícil de creer", concluye Ramírez.