SANTIAGO ERIK ANTÚNEZ DE MAYOLO: “Si no investigamos nuestra biodiversidad, la vamos a perder”
DICHO EN EL PERÚ - Un pódcast de Luis Enrique Cam
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Aunque estudió Derecho y Economía y fue doctor en Historia, Santiago Erik Antúnez de Mayolo Rynning fue un incansable y apasionado investigador de los conocimientos nutricionales del Perú precolombino. El propósito de sus estudios y recorridos por todo el país fue conocer cómo la antigua población del Perú fue tan numerosa, sana y bien alimentada. Su trabajo sobre las plantas nativas fue pionero y trascendental. Dio a conocer las bondades de la uña de gato, la mashwa, la quinua y la gran variedad de tubérculos andinos. Alertó sobre la desaparición de especies como el Maguy y la Tuca. En 1978 publicó su obra cumbre “La nutrición en el antiguo Perú” un referente fundamental en el estudio de la medicina tradicional. En un viaje de estudios por la selva de Rioja, en el valle del Naranjillo, encontró una cabaña de aguarunas que eran muy locuaces, aparentaban poca edad y se deleitaban comiendo una semilla: el sacha inchi. Antúnez de Mayolo recogió las semillas para cultivarlas y clasificarlas. De regreso a Lima hizo los estudios químicos pertinentes y halló que el llamado “maní de los incas” poseía un alto contenido de omega 3, ácido graso esencial para la nutrición de las neuronas y para la disminución de los triglicéridos evitando así el endurecimiento de las arterias. En su trayectoria intelectual, Antúnez de Mayolo logró publicar más de 40 libros sobre nutrición, psicología, geografía y educación. A poco menos de dos meses de su última entrevista, el sabio ancashino partió a la eternidad el 23 de mayo de 2012.