Sánchez acosa a los jueces, pero se siente acosado

El podcast de Francisco Marhuenda - Un pódcast de La Razón

No hay que negar la capacidad propagandística de Sánchez. Es una de sus palancas más potentes y efectivas en su estrategia de supervivencia. En primer lugar, necesita munición para sus fieles aliados mediáticos. En lugar de estar a la defensiva e inquieto por los escándalos de corrupción y los problemas judiciales que afectan a su familia, prefiere pasar a la ofensiva. Es una buena estrategia para polarizar a la opinión pública. Es bueno recordar que nunca le ha importado mentir. No lo hace a escondidas o avergonzado, sino que se siente muy orgulloso de utilizarla como herramienta política. No pretende ni convencer ni seducir a los rivales o los indecisos, sino conformar el bloque del Frente Popular para mantenerse en La Moncloa. Nunca un líder político había sido capaz de afrontar un escenario tan desfavorable con una estrategia tan efectiva. A los problemas judiciales respondió este viernes aduciendo que había un acoso judicial que quedaría en nada. Al igual que el mal estudiante culpa a los profesores, ha elegido arremeter contra unos jueces que no hacen más que someterse al imperio de la ley.

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