Auge y caída de Parmalat, el mayor fraude de Europa

Historias de la economía - Un pódcast de elEconomista - Lunes

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Hubo una época durante el pasado siglo en el que Italia se convirtió en el país más vibrante, lleno de creatividad, innovación, talento, con una industria fuerte, crecimiento económico, grandes empresarios... y lleno de dinero, mucho dinero. En ese contexto es en el que Calisto Tanzi crea Parmalat, una empresa láctea familiar, que con el tiempo acabaría convertida en una poderosa multinacional, y que en 2003 se convirtió en el mayor fraude europeo de la historia. Tanzi falleció el pasado 2 de enero por una infección pulmonar, en Parma. Cumplía arresto domiciliaro, tras ser condenado a 17 años y medio de prisión por falsificar las cuentas de su compañía y hacer que miles de inversores perdieran sus ahorrosEl empresario nació en 1938 cerca de Parma. En 1961 tuvo que dejar la universidad, para hacerse cargo de la empresa familiar, tras la súbita muerte de su padre. Era una pequeña compañía, dedicada a la fabricación de salami y conservas de tomate para la pasta. Tanzi, que tenía tan solo 22 años, decide introducirse en el mercado de la leche pasteurizada, que estaba dando sus primeros pasos. En 1963, funda Dietalat, que luego acabaría transformándose en Parmalat. Tomó dos decisiones al principio que fueron la clave para alcanzar el éxito: por un lado, el proceso de pasteurización. Y por otro, el uso de los envases Tetrapak, de origen sueco, que facilitaban la conservación y transporte del producto. En este sentido, apostó por el reparto puerta a puerta, con camiones que llevaban el logo de la compañía. Su estrategia fue tan acertada que la compañía crecía casi un 50% año tras año.Poco a poco, y sin apenas competencia, conquistaron la península italiana en pocos años. Su ambición era enorme. "Queríamos que Parmalat se convirtiera en la Coca Cola de la leche", contaba Domenico Barili, exdirector general de la compañía y colaborador de Dietalat desde su fundación, en declaraciones recogidas por el estudio 'La leche es blanca pero no transparente', de la Universidad Nacional Autónoma de México.En la década de los 70 dio el siguiente paso: la internacionalización, empezando por Brasil. Fue solo el principio, ya que llegó a tener presencia en 30 países, donde llegó a acumular casi 200 fábricas, y a dar trabajo a 37.000 personas.El siguiente paso tras iniciar la expansión internacional fue el lanzamiento de nuevos productos, como yogures, galletas, snacks y otros relacionados con los desayunos. Estas nuevas líneas, en su momento álgido, llegaron a suponer el 60% de las ventas del grupo. En Estados Unidos llegó a ser el tercer mayor vendedor de galletas. Pero el gran salto de la compañía llegó a finales de los 80, y durante la siguiente década. Empezó a comprar empresas, a crecer, y llegó a luchar con Danone mano a mano por convertirse en la tercera mayor láctea del mundo. Y en esa época Tanzi decidió empezar a introducirse en otros sectores. Por ejemplo, se hizo con un canal de televisión, Odeon, para tratar de luchar contra el magnate Silvio Berlusconi. Una operación con la que perdió más de 40 millones de euros. También compró un equipo de Fórmula 1, creó una agencia de viajes...Pero si algo le dio fama, como a tantos otros millonarios, fue el fútbol. Ahora son los jeques árabes los que compran clubes de fútbol, antes fueron los oligarcas rusos, pero en aquella época, a finales de los 80, los que invertían sin freno eran los empresarios italianos. Tanto dinero movía el Calcio en aquella época que se convirtió, sin duda, en la competición más importante del mundo.Tanzi, que ya estaba en la lista Forbes de millonarios, tenía cierta relación con el mundo del fútbol, pues había sido patrocinador durante dos temporadas del Real Madrid de la 'Quinta del Buitre', en los que invirtió cientos de millones de pesetas. Pero quiso dar un paso más: compró el club de su ciudad, el Parma, que jugaba en divisiones inferiores del...

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