El fraile español que encontró Nevada
Historias de la economía - Un pódcast de elEconomista - Lunes
Francisco Tomás Hermenegildo Garcés fue un fraile que nació en Aragón en 1738. Profundamente religioso, solicitó unirse a las misiones americanas para propagar el catolicismo por el nuevo continente. Allí, y tras recorrer 2.500 kilómetros, llega en 1768 a la misión de San Javier del Bac, ubicada en un lugar cercano a lo que hoy es Tucson, Arizona. Su objetivo allí era continuar con la cristianización de las numerosas tribus indias que había en la zona, algunas de carácter amistosas, pero otras muy beligerantes, como los apaches.Con gran inquietud exploradora, y tras sufrir varios ataques en la misión, Garcés decide ir más allá de su misión, recorriendo territorios que nunca habían sido pisados por un europeo, buscando nuevas gentes a las que evangelizar. En este camino, e investigando nuevas rutas para unir Sonora con Alta California, se adentra en el desierto de Mojave, y siguiendo esta ruta hacia el Oeste, pone pies por primera vez en lo que hoy es Nevada.Aunque no se sabe con exactitud la ruta que siguió, lo que descubre es un territorio agreste, con un calor insoportable, en la que con el apoyo de las autoridades españolas decide crear dos misiones: La Concepción y San Pedro y San Pablo de Bicuñer. La hostilidad india provoca que estos dos pueblos no salgan adelante, pero sirve para establecer una ruta clave para que misioneros, soldados y colonos lleguen a California. Allí, las misiones y presidios se multiplican a un ritmo y con una estabilidad que no habían conocido antes.El propio Garcés es el encargado de ponerle nombre al territorio, al que llama Nevada al estar limitado al oeste por la Sierra Nevada californiana.Pese a todo, la región pronto deja de estar en manos españolas. El recién independizado México toma su control en 1823, pero mostraron poco interés por su colonización, debido a su clima desértico que no facilitaba la agricultura. Nevada continuó durante décadas estando habitada solo por nativos locales.Estados Unidos derrota a México en 1848, y como consecuencia, se hace con el control de toda la región de Nevada. Ellos sí empezaron a colonizar poco a poco la región. Se crearon varios asentamientos urbanos, cuya principal misión era abastecer a las personas que iban al oeste americano en busca de oportunidades.Nevada empieza a crecer en 1859, cuando se encuentran importantes yacimientos de plata, y algunos menores de oro, en la región de Virginia City, el primer asentamiento importante. Miles de personas llegaron a la región, tanto desde el este de Estados Unidos como de la propia California. La población pasó de unos pocos de centenares en 1850 a casi 7.000 una década después.En 1864, en plena Guerra de Secesión, Nevada se convierte en el Estado número 36 de Estados Unidos. Este reconocimiento fue un poco irregular, porque no cumplía con todas las condiciones que establecía la Constitución para ser elevado a Estado, pero Lincoln y el Congreso hicieron la vista gorda en su búsqueda de nuevos apoyos.La aparición de nuevos yacimientos minerales es lo que impulsa la economía de la región durante la segunda mitad del siglo XIX y los inicios del XX. Pero es en esa época, en concreto en 1905, cuando se produce un momento clave para la región. Entonces no lo sabían, pero estaban modificando la economía de la ciudad para siempre.El senador Clark era dueño de un ferrocarril que iba de Salt Lake City a Los Ángeles. Ante las necesidades de agua que requerían las locomotoras a vapor de la época, unidas a las reparaciones que necesitaban los trenes, llevan al empresario a establecer una parada en Las Vegas. Se trataba de un oasis en medio del desierto, que había logrado cierta relevancia como pausa entre las personas que se dirigían al oeste.Con la llegada del tren, el número de habitantes en la ciudad se multiplica, y se establece un pueblo ya, que dependía al 100% del ferrocarril. Esto provocaba...