El fraude de Puertas Dintel, la empresa española que patrocinaba a Petrovic

Historias de la economía - Un pódcast de elEconomista - Lunes

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Hay numerosos municipios cuya economía está muy vinculada a una determinada industria. Almuñecar y el azúcar, Elda y Elche y el calzado, Ibi y los juguetes, Estepa y los mantecados... También es el caso de Villacañas y las puertas de madera. Este pequeño pueblo de Toledo llegó a ser el fabricante del 72% de las puertas de España.En los años 50, contaba con unos 10.000 habitantes, y su economía estaba vinculada a la agricultura y sus industrias afines. Y, como pasa siempre en estos casos, hay un pionero que pone la primera piedra. En el caso de Villacañas, el emprendedor fue el carpintero Abilio Cuesta, que creó la primera planta de producción industrial de puertas, en 1972.Con su hermano, viajó a Estados Unidos, para averiguar cómo hacían allí sus puertas. Con lo aprendido volvieron a España, importando el método de fabricación en cadena, que además requería de mucha menos madera, al recurrir principalmente al aglomerado. Además, era mucho más económico, lo que reducía enormemente los costes, y permitía ofrecer al consumidor puertas de calidad y estética similar a las artesanas, pero mucho más baratas.De esta primera empresa, Puertas Cuesta, surgieron casi todas las demás del municipio. El negocio iba tan bien que un grupo de trabajadores, no muy contentos con el dueño, dejó la empresa para fundar la suya propia. Y a su vez otros trabajadores dejaron estas nuevas compañías para crear las suyas. Había trabajo para todas. La demanda parecía infinita. En pocos años, las puertas de Villacañas eran las dueñas del mercado.Una de las empresas que nació de la costilla de la pionera fue Puertas Dintel. Esta compañía, que no dejaba de competir en el mismo mercado que el resto de la comarca, decidió apostar para diferenciarse por los patrocinios deportivos, y en concreto, por el baloncesto. Y lo hizo a lo grande.Hablamos de mediados y finales de los años 80, y de la primera década de los 90. Por entonces, la NBA era aún universo lejano para los españoles. Los ojos estaban puestos en las grandes competiciones europeas, dominadas por entonces por los equipos de la antigua Yugoslavia. Contaban en sus filas con algunos de los mejores jugadores que han pisado nunca las canchas.Y ahí es donde puso el ojo Puertas Dintel. La compañía, con sede en el pequeño pueblo de Villacañas, empezó a patrocinar en aquella época a equipos balcánicos de baloncesto. Cibona, Jugoplastika o Partizan, algunos de los mejores equipos que ha habido nunca, aparecían con la publicidad de la compañía. E incluso la todopoderosa selección yugoslava llegó a portar la publicidad. Eso sí, lo hacían solo en los partidos que jugaban en España, ya fuera en competiciones europeas o en amistosos, o contra equipos españoles, que se televisasen en nuestro país.La relación fue un poco más larga con el Pop 84, denominación que recibía por entonces la temible Jugoplastika. La ciudad de A Coruña acogió los partidos de local del equipo croata varias temporadas a principios de los 90, por culpa de la guerra de los Balcanes. Durante todo ese tiempo, el club llevaba la publicidad de Puertas Dintel.La imagen no estaba tan cuidada como en la actualidad. Se trataba de un simple cartel, que incluso daba sensación de cutre, y que iba malpegado a la camiseta de los jugadores. En algunos casos, hasta se desenganchaba.Pero a pesar de todo la compañía logró su objetivo. Unir su imagen de marca con grandes estrellas del basket, como Kukoc, Divac, Radja... pero sobre todo, Petrovic, logró que muchos aficionados memorizasen el nombre de la empresa toledana. En muchos casos, ni siquiera tenían claro qué compañía era esa, a qué se dedicaba, o incluso, si era española. Pero hoy, más de 30 años después, aún la recuerdan. La camiseta de genio de Sibenik con la publicidad de Puertas Dintel es hoy un objeto de colección.Con el negocio principal de la compañía yendo como un tiro, y visto el éxito que les reportaba la unión con el baloncesto,...

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