Filek, el estafador que engañó a Franco con gasolina falsa hecha de agua y verduras
Historias de la economía - Un pódcast de elEconomista - Lunes
En su objetivo de perpetuarse en el poder a toda costa, el dictador Franco trató de controlar todos los aspectos de la vida. Incluyendo, por ejemplo, la economía, una ciencia en la que no estaba nada versado. Ese desconocimiento en la materia no le impidió implementar numerosas e importantes políticas económicas, que fueron un lastre para España y cuyas consecuencias fueron terribles y sombrías. Una de las cosas que más obsesionaban al sátrapa eran la autarquía, la independencia económica y el autoabastecimiento. Y por encima de todo, lo relacionado con el combustible. Esa obstinación le llevó a creer a numerosos estafadores, como los que le querían vender que en España había importantes cantidades de petróleo (mentira) o el motor que funcionaba con agua (mentira también). Pero, por encima de todo, el que más destacó fue el austriaco Albert Elder Von Filek, que convenció a Franco de que tenía la fórmula para fabricar gasolina sintética con éxito.Filek era un auténtico estafador, de cuna. El escrito Ignacio Martínez de Pisón, que indagó su historia para contarlo en el libro 'Filek', cuenta que desde muy pequeño demostró una gran capacidad para el engaño y para la buena vida. Con una vida complicada, cruzándo ante sus ojos la I Guerra Mundial o la Guerra Civil, llegó a España durante la II República. Se hacía pasar por exmilitar, y gracias a sus tretas llegó a entrar en contacto con el general Fanjul, que es al primer al que trató de vender sus inventos, sin éxito.