William '520%' Miller, el estafador que inspiró a Ponzi
Historias de la economía - Un pódcast de elEconomista - Lunes
El esquema Ponzi es una estafa con más de un siglo de historia, pero que sigue plenamente vigente. No solo eso, sino que con internet, las redes sociales y las criptomonedas parecen estar viviendo un nuevo auge. Es fácil encontrarnos en Facebook o en Instagram a gente contando las ventajas y virtudes de algún tipo de inversión. ¿Por presumir? No, para tratar de captar a nuevos usuarios.Porque hace cien años, y ahora, la base de este fraude es la misma: atraer a nuevos inversores, prometiendo rentabilidades altísimas, que paguen las ganancias de los más antiguos. Este tipo de estafas pueden llegar a mantener la ilusión durante mucho tiempo, haciendo creer que son negocios sostenibles, con beneficios fruto de movimientos exitosos, siempre que la mayoría de inversores no exijan el pago total.Este tipo de fraudes, cuando no son detectados y frenados por las autoridades, pueden finalizar de varias formas: porque el operador desaparece, llevándose todo el dinero; cuando el número de nuevos inversores disminuye y ya no se pueden cumplir con los beneficios prometidos; o cuando la economía se hunde y provoca el colapso del esquema, como pasó con Bernie Madoff en 2008.Una parte del funcionamiento de los esquemas Ponzi se comparte con las estafas piramidales, muy similares en general, pero con algunos matices que las diferencian. Así, mientras con Ponzi el objetivo es lograr nuevas inversiones de los estafados ya captados, en el caso de las pirámides la clave es lograr un sistema de red que atraíga a nuevos usuarios dispuestos a invertir.A lo largo de los años ha habido estafas con el sistema Ponzi de gran notoriedad. Uno de los más recientes es el de OneCoin, cuyo creador aseguraba que su valor iba a superar el del BitCoin. Han muerto recientemente Bernie Madoff, responsable del mayor fraude de este tipo; y Lou Pearlman, antiguo manager de bandas como Back Street Boys o Nsync, que también desarrolló un fraude de este tipo. La estafa de los quesitos afectó a víctimas en Perú y Chile. En Argentina fue famosa la estafa de 'El Telar de la Abundancia', que afectó incluso a actrices famosas.Estas son versiones modernizadas y adaptadas a sus tiempos de un fraude que, en realidad, se llevaba a cabo desde mucho antes, basados en la fórmula conocida como 'Robar a Pedro para pagar a Pablo', o 'Tomar prestado a Pedro para pagar a Pablo', que se acabó llamando 'la maniobra de los apóstoles', y que ya se conocen desde el siglo XVIII.En aquella época destacaron los casos de la actriz Adele Spizeder o de Sarah Howe... Y en España el de Baldomera Larra, hija del escritor Mariano José de Larra, y la primera estafa de este tipo conocida en nuestro país.Pero en la historia de esta estafa hay dos personajes fundamentales históricamente. El primero es Carlo Ponzi, a la postre el que acabaría dándole nombre al fenómeno. El fue además el que lo internacionalizó y le dio fama mundial. En los años 20 del pasado siglo, en Boston, este inmigrante italiano fue capaz de captar entre 15 y 20 millones de dólares de la época. Para ello, prometía rentabilidades del 50% en tan solo 45 días.Aseguraba que podía lograr estos beneficios gracias a sus inversiones en cupones de respuesta internacional. Este era el sistema que utilizaban los emigrantes para que sus parientes europeos, empobrecidos, pudieran responder a su correspondencia.Durante los primeros meses, el negocio funcionó con éxito, un aspecto clave para que este fraude funcione. Colas de gente se acumulaban a las puertas de su oficina para invertir. Pero tras una investigación periodística y otras de las autoridades, descubrieron que detrás de la empresa no había nada. Que ni siquiera había invertido en dichos cupones de respuesta internacional.Preocupados, los inversores trataron de recuperar su dinero... y ya fue imposible. Ponzi acabó en la cárcel, exiliado de vuelta a Italia, y falleció a...