El pasado como mercancía política
La ContraHistoria - Un pódcast de Fernando Díaz Villanueva - Viernes
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¡Vótame en los Premios iVoox 2024! La historia siempre ha sido un campo de batalla, pero no de una batalla que se libró en el pasado y rememoramos en el presente, sino de una batalla que se libra aquí y ahora tomando elementos del pasado previamente acicalados para ponerlos al gusto de nuestro tiempo. Esos elementos el poder los selecciona cuidadosamente para que apoyen su agenda ideológica y le aporten legitimidad. Es una operación que se hace una y otra vez delante de nuestras narices pero que suele pasar desapercibida. No es, además, algo nuevo. Emplear el pasado con fines políticos es algo connatural a las sociedades humanas. En tiempos antiguos monarcas y aristócratas exhibían orgullosos la historia de su familia para justificar sus títulos de nobleza. Los Papas de la Edad Media aseguraban que su autoridad (en Occidente en general y en Italia en particular) se sustentaba sobre una donación que Constantino el Grande había realizado a Silvestre I en el siglo IV. Los príncipes renacentistas rebuscaban en su árbol genealógico y, en el caso de que no encontrasen nada útil, inventaban su propia historia para ser respetados por sus súbditos… y por otros príncipes. Títulos de todo tipo estaban siempre a la venta porque disponer de uno era sinónimo de tener un pasado glorioso y, como consecuencia, un futuro prometedor. El presente se construía sobre el pasado y eso no cambió con los tiempos modernos, supuestamente presididos por el racionalismo y los méritos. Dejaron de importar los títulos nobiliarios pero los Estados nación que surgieron tras la revolución francesa se esmeraron en dotarse de historias nacionales que explicaban el presente y legitimaban a las nuevas realidades políticas. Ningún país de Europa o América se libró. A los cambios políticos les seguían de forma rutinaria cambios en el menú de los acontecimientos históricos dignos de ser recordados porque, a juicio de quienes los habían seleccionado como trascendentes, constituían los pilares del poder establecido. Valgan como ejemplo los días nacionales. En los países que fueron colonias o dependencias de otras potencias, generalmente europeas, se escogió el día de la independencia, en otros la aprobación de la primera constitución o de la revolución que dio origen al régimen imperante. En algunos países se recuperaron fechas históricas que habían sido olvidadas o que durante mucho tiempo carecieron de importancia. Ese fue el caso del día de la Bastilla, que conmemora la toma de esta fortaleza parisina el 14 de julio de 1789, pero que no se convirtió en fiesta nacional de Francia hasta casi un siglo después. Más llamativo aún fue el caso de España, donde se escogió como festividad nacional el día del descubrimiento de América en 1492 casi 500 años después de que se produjese. La dependencia que el poder tiene de la historia no sólo es constante, sino también creciente. Las élites políticas regionales y los partidos buscan su legitimación en la historia mediante el mismo procedimiento: escogen los acontecimientos históricos que más se ajustan al relato que tratan de transmitir y los ajustan al presente confiriéndoles actualidad y, sobre todo, autoridad. Eso implica condenar otros acontecimientos que, o se ignoran, o pasan a estar malditos y se endosan a los opositores políticos. Se abusa así de sustantivos adjetivados como medieval, fascista, jacobino, bolchevique y un largo etcétera. El pasado se filtra a través un tamiz moral que permite señalar a buenos y malos. Pues bien, para tratar este tema tan interesante visita hoy La ContraHistoria por primera vez (esperemos que la primera de muchas) Manuel Burón, profesor de Historia de América en la Universidad Autónoma de Madrid, autor de varios libros y de unos magníficos artículos en prensa cuya lectura es obligatoria para centrar más de un debate de los muchos que la actualidad nos regala relacionados con la historia. Los artículos de Manuel en The Objective: https://theobjective.com/autor/manuel-buron/ - "Imperios e imperialismo" de Manuel Burón y Emilio Redondo - https://amzn.to/4bE7OiD · Canal de Telegram: https://t.me/lacontracronica · “Contra la Revolución Francesa”… https://amzn.to/4aF0LpZ · “Hispanos. Breve historia de los pueblos de habla hispana”… https://amzn.to/428js1G · “La ContraHistoria de España. Auge, caída y vuelta a empezar de un país en 28 episodios”… https://amzn.to/3kXcZ6i · “Lutero, Calvino y Trento, la Reforma que no fue”… https://amzn.to/3shKOlK · “La ContraHistoria del comunismo”… https://amzn.to/39QP2KE Apoya La Contra en: · Patreon... https://www.patreon.com/diazvillanueva · iVoox... https://www.ivoox.com/podcast-contracronica_sq_f1267769_1.html · Paypal... https://www.paypal.me/diazvillanueva #FernandoDiazVillanueva #historia #politica Escucha el episodio completo en la app de iVoox, o descubre todo el catálogo de iVoox Originals