3 trucos que te harán más fácil meditar
Ponte al Mando | Desarrollo y Crecimiento Personal - Un pódcast de Mónica García
Los beneficios de meditar son muchos: mejora la capacidad de concentración, estimula la creatividad, ayuda a gestionar el estrés y la ansiedad, reduce la presión sanguínea, nos ayuda a cultivar una mejor relación con uno mismo,… En definitiva, nos ayuda física, mental, emocional y espiritualmente. Y ésta es la razón por las que tantas personas eligen darle una oportunidad a esta práctica. Sin embargo, casi tantas personas como le dan una oportunidad a la meditación abandonan el empeño rápidamente con el convencimiento de que son incapaces de meditar. Después de algo más de 8 años de meditar diariamente y de partir de la creencia de que meditar era muy difícil y que era incapaz de meditar, me he convencido de que no se necesita una capacidad especial para meditar. Lo que sí necesitamos, sin embargo, es dejar de ponernos obstáculos ante esta práctica. Hoy te hablo de los 3 obstáculos más comunes que hacen que abandonemos la práctica de meditación a la primera de cambio y qué hacer para que éstos no nos impidan conseguir los beneficios de la meditación. Primer Obstáculo: Creer que la meditación es poner la mente en blanco Si creemos esto lo que va a ocurrir es que en el momento en que la atención de nuestra mente se vaya a un pensamiento vamos a pensar que lo estamos haciendo mal y concluiremos que mi mente no puede parar de pensar y, por lo tanto, que no soy capaz de meditar. Cómo superar este obstáculo: Lo primero es reconocer la naturaleza creadora de pensamientos de nuestra mente. La mente crea pensamientos, y el hecho de que nos vengan pensamientos, sólo indica que funciona. Lo segundo es cambiar cómo entendemos la meditación y considerar que se trata de activar los siguientes 2 elementos: 1. Consciencia: observar dónde está mi mente y ser consciente de dónde está 2. Elección: dirigir la atención de mi mente hacia donde yo la quiero. Es decir, cada vez que soy consciente de que mi mente no está en el punto de foco, por ejemplo, en la respiración, lo que hago es re-dirigir la atención de la mente de vuelta al foco. El objetivo no es que la mente no se vaya a otro pensamiento (esto pasará y es prácticamente inevitable dado el nivel de actividad que hay en nuestro día a día), sino observar y re-direccionar. Es decir, que si observas que la atención de tu mente está en un pensamiento, ese es un momento de meditación ya que eres consciente de dónde está tu mente. Y puedes entonces elegir continuar y conversar con ese pensamiento o no. Si eliges no hacerlo, redirige de nuevo tu mente al foco donde quieres que esté. Segundo Obstáculo: Dar a la práctica de meditar un resultado u objetivo muy concreto. Cuando utilizamos la meditación como herramienta para conseguir gestionar el estrés, activar nuestra creatividad, etc., tendemos a evaluar cómo vamos cada minuto que pasa. Y si vemos que en unos segundos no notamos diferencia o no vemos el resultado esperado nos empezamos a frustrar. Esta frustración entonces hace que nuestra mente se active todavía más. Si bien la meditación nos proporcionará beneficios con el tiempo, en 2 minutos de meditación muy probablemente no consigamos todo el beneficio que tiene la meditación para nosotros. Cómo superar este obstáculo: Lo importante en este caso es dar valor al hecho de practicar, y confiar que los beneficios están ocurriendo aunque yo no sea completamente consciente de ello. Dar valor, no sólo a la meditaciones que consideramos buenas porque mi mente ha estado mas acallada y me he concentrado, sino también a aquellas donde mi mente ha estado más activa. El estado de nuestra mente va a depender del momento del día en que meditemos, del estado emocional en el que nos encontremos, etc. No evalúes tu práctica como buena o mala. Valora el hecho de que te has parado a observar la atención de mente. Eso ya es un gran logro. Si quieres verlo así, claro está. Tercer Obstáculo: En el momento en que no consigo lo que quiero o lo que pienso que tiene que ocurrir en la meditación, abandono. Como con cualquier otra práctica o actividad nueva los comienzos van a estar llenos de baches. Vamos, que a nadie que quiere jugar al tenis se le ocurre dejarlo después de terminar un partido donde no ha dado ni una. Cómo superar este obstáculo: Persevera. Continua sentándote a meditar, siente curiosidad y se amable contigo mismo cuando observes que tu mente se va. Ella simplemente está haciendo su trabajo y tú estás aprendiendo a ponerte al mando de la atención de tu mente en el momento en el que la rediriges hacia donde quieres. UNA Y OTRA VEZ. Si tienes el deseo de practicar la meditación e intuyes que esta tiene beneficios para ti, entonces despierta tu curiosidad y, durante al menos un mes, siéntate a observar tu mente independientemente de lo que ocurra. Si quieres meditar, de verdad que está en tus manos. Evita estos 3 obstáculos y mantén abierta tu curiosidad para ver qué es lo que la meditación tiene para ti. Recuerda que eres luz así que sal ahí fuera y brilla. Un abrazo enorme, Mónica Si estás preparada o preparado para despertar todo tu Poder Personal, aprender a conectar con él y ponerte al mando de tus emociones, tu mente, tus relaciones y tu energía física, y quieres contar con mi apoyo para darte ideas, proponerte nuevos hábitos, prácticas y estrategias, y, sobre todo, proporcionarte la ilusión y el empuje necesario, únete a mí en el Training Mensual Online PODER PERSONAL donde una vez al mes estaré contigo en vivo para compartir contigo toda mi experiencia y conocimientos. Mónica García Coach, Directora y Fundadora de El Factor Humano, Centro de Innovación y Transformación Personal [email protected] www.elfactorhumanoburgos.com