Los Pejes en Tabasco - 15 Ene 25
Territorio Rojo. Los abuelos del crimen organizado - Un pódcast de MVS Radio - Miercoles
Millones de mexicanos no lo supieron, pero el pasado Día de Muertos, el 31 de octubre de 2024, “El Peje” fue detenido en Tabasco por elementos de la Secretaría de Marina. El inesperado arresto ocurrió como muchas otras detenciones fortuitas en México: gracias a un retén colocado estratégicamente en los caminos que usa el crimen organizado. La historia que cuentan los marinos en los reportes oficiales es que cerca de las 10 de la noche de aquel jueves vieron dos camionetas circulando a exceso de velocidad por el municipio tabasqueño de Paraíso, que en realidad debería llamarse El Infierno por la cantidad de sangre que se derrama en su territorio. Correr en esa carretera, El Bellote-Chiltepec, es bastante común. Los secuestros en la región obligan a los conductores a pisar el acelerador, especialmente de noche. Pero ese par de vehículos llamaron la atención entre todos los demás que van a toda marcha porque tenían placas de Tamaulipas. Estaban muy lejos de casa. Cuando los elementos de seguridad les marcaron el alto, los conductores de las camionetas sospechosas aceleraron la marcha. De inmediato, los marinos iniciaron la persecución, a la que rápidamente se unió el Ejército y la Guardia Nacional. Bastaron unos minutos de cacería y tiroteos para frenar el paso de las dos camionetas. De la primera bajaron a empujones a Emilio N., guardaespaldas, quien viajaba con 200 cartuchos útiles. De la segunda sacaron a un inesperado personaje conocido en el estado: el jefe de Emilio, capo tabasqueño, “El Peje”. El nombre real de ese criminal no es, para decepción de muchos y alivio de otros, Andrés Manuel. Se llama Norberto y tampoco se apellida López Obrador, sino Jiménez Martínez. Hasta acá, las coincidencias entre el criminal y el expresidente son meramente anecdóticas, pero una historia turbia conecta a ambos de manera indirecta. “El Peje”, el criminal, empezó su carrera delictiva como miembro de Los Zetas bajo las órdenes de un tal Comandante Mateo. Sanguinario y atrevido, atentó en 2007 contra el entonces titular de la Secretaría de Seguridad Pública del estado. Lo mismo mandaba matar aliados y rivales que policías y subprocuradores locales. En 2009 fue detenido y los tabasqueños creyeron que su imperio del mal había terminado, pero 15 años más tarde, este 2024, apareció reaprehendido en pleno Día de los Muertos, como quien vuelve del más allá y como integrante de otro grupo criminal: La Barredora, una escisión de zetas que al quedarse huérfanos de líderes se aliaron con el Cártel Jalisco Nueva Generación y fundaron su propio violento brazo armado. La Barredora ha sido el peor de los males en los últimos años en Tabasco. Son la chispa que prendió la violencia. Asesinan, corrompen, extorsionan, secuestran migrantes. Y como toda expresión del crimen organizado: lo hacen con el permiso del gobierno, el estatal. Sólo 14 días después del arresto del “Peje” criminal, el nuevo gobernador de Tabasco, Javier May Rodríguez, hizo una brutal confesión en una conferencia de prensa que sólo se entiende porque estaba en el arranque de su sexenio: May Rodríguez, morenista, confirmó ante la prensa que sus datos indicaban que el jefe de La Barredora es un tal Hernán Bermúdez. Ese hombre dirigió, ni más ni menos, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Tabasco cuando el gobernador era Adán Augusto López, el actual coordinador de los senadores de Morena y mano derecha del expresidente López Obrador. Es decir, Hernán Bermúdez era, al mismo tiempo, jefe directo del “Peje” criminal y el hombre fuerte de la seguridad de quien sería el Secretario de Gobernación del “Peje” político. Gracias a esta confesión, entre los dos “Pejes” se pueden establecer menos de seis grados de separación. Escribo esto a horas de que en Tabasco asesinaron a un policía, otro quedó herido, asesinaron a un presunto criminal y fueron descubiertos dos cuerpos desmembrados en hieleras. Esto ya es un lunes normal en el estado que vio nacer al poeta Carlos Pellicer. La violencia consume al Edén y en gran parte es por La Barredora y su permiso para matar que se consiguió en las oficinas de gobierno. Historias de crímenes, pejelagartos y de un “garcialunita” morenista en Tabasco.See omnystudio.com/listener for privacy information.