El Poder del cerebro

Zarza33 Isaac Mendoza - Un pódcast de Isaac Mendoza

Episodio # 68 Salud mental ya no es un lujo, es una necesidad. Si mezclamos física cuántica con nuestra capacidad mental las cosas se ponen interesantes  “Lo que tú pienses, será lo que sientes” Voy a insistir que no existen malos hábitos. Y la razón que te voy a tratar de convencer es porque te perjudica pensar que tienes malos hábitos. Si tú piensas que es el mal hábito de comerte una mantecada con café en la mañana, El día que lo hagas, te sentirás tan culpable por hacerlo, que pensaras, “de una vez me como dos mantecadas para que valga la pena.” Lo mismo aplica en comerte una donut, una rodaja de pizza, o echándole azúcar a ese cafecito. La idea es que le ponemos escusas a nuestros hábitos por categorizarlos si son buenos o malos, Lo que vamos a ver en este episodio es que si nos consideramos la víctima de un hábito no nos te está ayudando. Es mejor ver las cosas desde otra perspectiva ¿Verdad Jacob? Así que hablemos. Para comenzar, recomiendo escuchar la serie que tenemos aquí en Zarza33 cuando hablamos de “Decisiones” Que son los episodios números, 55, 56, 57 y también un episodio llamado “Breakthrough” Numero 61.  En esos episodios hablamos de la importancia de cambiar la identidad que tú mismo piensas de ti. También te ayuda a observar cómo y cuándo tomar buenas decisiones.  Pero hoy hablaremos en más detalle desde la perspectiva de neurólogos y la manera que trabaja nuestro cerebro.  Para hacer esto lo tendré que nuevamente explicarlo de la manera más sencilla que yo lo pude entender. Pero nuevamente, hay personas más educadas que yo, más intelectuales que yo que te lo podrán explicar mucho mejor que yo. Pero con que sepas que lo que te voy a compartir no es mentira ni algo inventado, al final del episodio, mencionare los nuevos libros que acabo de leer que también respaldan mis declaraciones.  Comenzamos con la primera frase, “Lo que tú pienses, será lo que sientes” Cuantas veces te comiste un plato de comida pensando que te iba a sentar mal, y justo te sentiste enfermo después de comértelo.  Que tal en un día caliente, te molesta la idea de salir afuera porque esta súper cliente afuera, y felicidades, abres la puerta y como un trancazo, el calor te enrolla y te sientes molesto.   Ahora seamos más claro a lo que estoy tratando de decir. Digamos que vas en camino a recoger a tu esposa o tu novia para salir a una fiesta, o digamos que estas esperando que se aliste, en tu mente piensas, “Se va a tardar, ella siempre se tarda, y vamos a llegar tarde por su culpa, y me hara pasar una vergüenza por lo irresponsable que es con su tiempo, me voy a dar una enojada, cuando la vea, le voy a dar una lista de veces que me a avergonzado, y le voy a decir que esta es la última vez que me hace este papelito.” Ahora, Ya lo pensaste, ya lo sentiste, Estas enojado. Tú te convenciste de enojarte. Tu cuerpo reacciono a lo que estabas pensando, y to corazón comenzó a latir fuera de control, el color de tu piel se cambió, comenzaste a sudar de tanta furia, y hasta los dientes comenzaste a rechinar.                 Si podemos provocar que nuestros cuerpos reaccionen a lo que sentimos con pensamientos negativos, también lo podemos hacer con pensamientos positivos. Lo único es que muchos no tenemos el “habito” de hacerlo.  O por lo menos de “tratar” de ser positivos.  Lo más común que hacemos es decir, “Señor, ayúdame a no romperle la cara a mi vecino. Dios mío, dame la paciencia con estos niños que me van a volver loca.” Eso es tratar de ser positivo, pero sobreabunda lo negativo,

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